Si escuchamos atentos al Viento podremos percibir el susurro de sus palabras hablándonos al oído. Y qué mejor escenario que el Invierno, para mostrar desde su furia, hasta la fragilidad de su brisa fresca…
-“Te amo”-,
Le dije al Viento
Y él,
Como muestra de su afecto,
Me acarició,
Con una cálida brisa en mi mejilla.
-“Adiós”-,
Me dijo el Viento
Y en una brisa dejó su eco
Susurrando en mis oídos
Su partida…
La llegada del Invierno
-“He llegado
Acariciando tu rostro
Con mis dedos de brisa
Y tus labios
He besado
Con el candil sutil
Del invierno que traigo para ti
Y rozando tu cuerpo
Te digo, ¡he vuelto, vida mía!”-.
-“Te amo”-,
Le dije al Viento
Y él,
Como muestra de su afecto,
Me acarició,
Con una cálida brisa en mi mejilla.
-“Adiós”-,
Me dijo el Viento
Y en una brisa dejó su eco
Susurrando en mis oídos
Su partida…
La llegada del Invierno
-“He llegado
Acariciando tu rostro
Con mis dedos de brisa
Y tus labios
He besado
Con el candil sutil
Del invierno que traigo para ti
Y rozando tu cuerpo
Te digo, ¡he vuelto, vida mía!”-.
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